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jueves, 30 de septiembre de 2010

Círculo de sacrificio recién usado.






Aquí os dejo fotos de mis últimas obras que presenté a concurso en el foro Warhammer aquí.

Bajo tierra todo siempre es oscuro. parte1ª.

En el poco tiempo que duró la batalla ya nos encontrábamos, mi escuadra de mando y yo, en el pequeño salón del señor del capítulo Pedro Kantor.

Ahora con por la gracia del emperador sigo vivo, pero podría haber no sido así. Todo empezó cuando yo aún era un mercenario entre cientos, un numero más en una pequeña nave tipo “halcón” a la que nadie había puesto nombre ya que los líderes del grupo cambiaban casi a diario.

Nuestra misión actual era descender a un planeta del “Sector Reductus” buscar ruinas de la época de los conflictos saquearlas y volver al “halcón”. Faltaba 1 día para empezar la misión y tenía que hacer tiempo con algo.

Empecé a pensar que podría hacer, aunque en esa nave tampoco había demasiado entretenimiento pues los integrantes del grupo malvivían en condiciones infrahumanas. El agua y la comida había llegado a escasear y a estar contaminada con toda clase de substancias químicas. Los hombres y las mujeres apestaban a humedad y sudor, sus dientes permanecían en su boca por pura suerte, la medicina de la que disponen en las ciudades colmena era un lujo que aquí a pocos se nos permitía, desde la gran cruzada el imperio sólo se preocupa de sus guerras y del mantenimiento forzado de sus legiones de la guardia imperial y de los capítulos de marines espaciales. Después de pensar en lo que hacía yo allí y de si debía permanecer en ese grupo de barbaros, salí de mi “cuarto”, si se le puede llamar así, y fui hacia donde se organizaban las peleas. La apuesta en esta nave estaba muy generalizada, se apostaba por todo en cada misión la gente apostaba quien iba a morir y quién no. Casi siempre ganaban, pero casi nunca podían recoger su premio. La gente que organizaba las apuestas estaba relacionada con los “jefes” o las personas que competían por el liderazgo de la banda. Aunque pareciera que todo estaba de cualquier manera, había una gran red “política” en las salas altas de la nave, aunque fueran algo violentos, muy a menudo se hacían votaciones para todo el personal de la nave, aunque no sirvieran para nada les gustaba dar una imagen de conocimiento del pueblo, porque no se le podría llamas ni “amor” ni “interés”, así que con eso decían que sabían que existíamos. Pasé la tarde viendo peleas y después fui a dormir a mi “cuarto”.

Me despertaron unos golpes en la puerta de mi “cuarto” a las 4 y media de la madrugada.

- ¡ Despierta Fergus !.

- ¡¡Voy!!

En cuanto abrí la puerta las alarmas sonaban a todo volumen y me di cuenta de que la nave se estaba desplomando sobre el planeta al cual hoy debíamos registrar.

- Un rayo de color verde ha salido desde el centro del planeta y nos ha derribado.

- ¿Como era ese rayo?- le pregunté mientras corríamos. Yo no conocía a ese hombre pero por lo visto el si me conocía a mí, no le di más importancia y seguí corriendo a su lado hacia las exclusas de salida.

- Era como… electricidad ¿un rayo de electricidad verde?, no se definirlo bien…

Cuando yo aún vivía con mi familia en mi planeta natal, mi padre me explico que cuando él era mercenario, se había enfrentado por momentos a unas criaturas de metal que poseían rifles con un halo verde mortífero, dice que uno de sus compañeros murió de una rara enfermedad después de tocar el rifle.

- Creo que se que es lo que nos ataca.- le dije casi llegando a la zona de evacuación. Mi “cuarto” estaba bastante lejos de las exclusas.

- ¡¡Abajo me lo dices!! – Me dijo entrando en su “capsula” mientras yo entraba en la mía.

Excepto algunas “capsulas” que cayeron mal en el aterrizaje todos llegamos bien, cuando las puertas de la “capsula” se abrieron, vimos algo que ayer no se veía en la superficie del planeta. Unas ruinas de color negro-verdoso se alzaban ante nosotros, la parte más alta era como de unos 30 metros de alto.

El oficial al mando nos mandó a un pequeño grupo que entráramos en las ruinas y las exploráramos.

Antes de entrar vimos naves imperiales bajando a la órbita del planeta y cápsulas de desembarco del capítulo de los “Puños Carmesíes” caían y los tripulantes desembarcaban con sus majestuosas armaduras. Yo siempre había querido ser un marine espacial, no me importaba el capítulo, quería pertenecer a los defensores de la humanidad por derecho. Pero acabe como esto como un mercenario que saqueaba planetas abandonados.

Por miedo a que nos mataran a todos nada más vernos entramos todo el grupo entero en las ruinas.